Otoplastia


La otoplastia o cirugía de las orejas es el procedimiento quirúrgico que busca colocar nuevamente las orejas en una posición más estética y agradable. 

Generalmente, la otoplastia se recomienda en los niños a partir de los 7 años, época en la cual el desarrollo del pabellón auricular es casi completo y elimina el potencial trauma psicológico del que pudiera ser víctima el niño en su salón de clases. En los adultos puede realizarse a cualquier edad. 

¿Qué se puede lograr con una otoplastia? 

La otoplastia puede cambiar:

  • La separación de las orejas respecto a la cabeza. 
  • El ancho del lóbulo de la oreja. 
  • No cambia el tamaño de la oreja como tal, solo la separación de la cabeza.

¿Quién es el candidato ideal para someterse a una otoplastia? 

 

Muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. Tenga en cuenta que se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No espere una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural. 

Por lo general son candidatos pacientes con orejas prominentes o muy separadas de la cabeza.

¿Cómo se realiza la cirugía? 

La cirugía se realiza en adultos siempre bajo anestesia local, si es un niño se recomienda realizar la intervención bajo anestesia general. La técnica particular depende de la naturaleza de su problema y otros factores, incluidos sus deseos y expectativas. 

Si su problema son las orejas prominentes y separadas, se realiza una incisión detrás de su oreja, se da nueva forma al cartílago en miras de colocarlo en una posición más cercana a su cabeza. La incisión quedará disimulada en el surco natural ubicado allí. 

Debido a factores individuales, no todos pueden alcanzar los mismos resultados con la misma técnica. De acuerdo a su problema se escogerá la técnica más adecuada para usted. 

Riesgos 

Como cualquier otro tipo de cirugía mayor, la otoplastia presenta riesgos, incluido el riesgo de sangrado, de infección y de reacción adversa a la anestesia.

Otros riesgos asociados con la otoplastia incluyen:

Formación de cicatrices: Si bien las cicatrices son permanentes, es probable que queden escondidas detrás de las orejas o dentro de los pliegues de las orejas.

Asimetría en la ubicación de las orejas: Esto puede ocurrir como resultado de los cambios durante el proceso de cicatrización. Además, es posible que la cirugía no logre corregir la asimetría preexistente.

Cambios en la sensibilidad de la piel: Durante la otoplastia, el reposicionamiento de las orejas puede afectar transitoriamente la sensibilidad en esa área. En casos excepcionales, los cambios son permanentes.

Reacción alérgica: Es posible tener una reacción alérgica a la tela adhesiva o a otros materiales usados durante o después del procedimiento.

Problemas con los puntos: Los puntos que se hicieron para afirmar la nueva forma de la oreja pueden salir hacia la superficie de la piel y, en ese caso, es necesario retirarlos. Esto puede causar la inflamación de la zona afectada de la piel. Como consecuencia, es posible que debas someterte a otra cirugía.

Sobre corrección: La otoplastia puede crear contornos poco naturales que hacen que las orejas parezcan aplastadas.

FUENTE:https://www.mayoclinic.org

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